© Katsumi Hirabayashi
© Imagen Subliminal
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Descripción enviada por el equipo del proyecto. Stair-Case Malasaña es el resultado de una exploración sobre cómo crecer en altura utilizando el espacio del plan mínimo y utilizando la escalera como generador para actividades complementarias. El cliente era propietario de un apartamento de 46 metros cuadrados con una pequeña escalera hasta el ático que no estaba ventilada y húmeda y solo se usaba para aislamiento y almacenamiento. La propuesta fue mejorar esta área abriéndola a la sala principal y usarla como un dormitorio adicional para los invitados.
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Planta restauración
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Crear una nueva conexión entre el área principal y el espacio superior inclinado se convierte en el problema central del proyecto, ya que ayuda a resolver diferentes problemas en un solo golpe. La escalera resultante es, al mismo tiempo, una extensión del minúsculo cuarto de baño, un soporte bajo para TV, una mesa alta, un estudio elevado para un escritorio y un pequeño espacio de exposición. Las grandes piezas de acero se soldaron en la tienda y se trajeron para ensamblarse en el sitio, lo que permitió un nivel de precisión más similar a una pieza gigante de muebles que a una escalera.
Las barras de acero de 3 cm lacadas en blanco le dan al conjunto una sensación de ligereza, mientras que los aterrizajes y escalones de acero rosado delgado parecen flotar en su camino hacia arriba. La puerta del baño está parcialmente oculta por una placa de acero perforada que lo separa de la sala principal. Con todas las ventanas de los apartamentos en la misma pared, era importante reducir las particiones sólidas para preservar una buena ventilación y un alcance óptimo de la luz solar.
Las puertas de madera autoportantes reclamadas con vidrio translúcido y una puerta corredera de madera permiten una gran flexibilidad de uso y diferentes configuraciones de planos, brindando así luz natural a la habitación y la cocina. Para contrarrestar la pequeña escala del apartamento y evitar una sensación de confinamiento, todas las paredes y los pisos están pintados de blanco. Una gran sembradora de acero colgada en el exterior de la ventana principal extiende el espacio interior más allá de la fachada y enmascara la vista de los vecinos más cercanos. En el espacio de la cocina, el salpicadero se reemplaza con un espejo para poder ver la ventana cuando se cocina.
© Aitor Estévez
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Descripción enviada por el equipo del proyecto. Desnudar lo existente y transformar lo necesario para crear una secuencia de espacios interrelacionados entre sí, ha sido el mayor de los objetivos de esta rehabilitación. Poner en valor ciertas preexistencias del edificio y de su entorno eliminando elementos innecesarios, son el punto de partida del proyecto de esta vivienda unifamiliar entre medianeras situada a pocos metros del epicentro del barrio de Horta en Barcelona.
Planta Baja - Original/Proyecto
© Aitor Estévez
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La vivienda data del 1930, con una fachada de 7m y una profundidad edificada desde la calle al jardín de 10m. Esta casa de pueblo sobrevive a la presión inmobiliaria de la transformación del barrio que ha ido substituyendo esta tipología por edificios plurifamiliares de más de 4 plantas como aquellos que la rodean. La propuesta se basa en recuperar algunos elementos originales existentes (estructura, pavimentos y cerramientos) y añadir lo mínimo para transformarlo en un proyecto sensible, funcional y sostenible. La nueva distribución de los espacios interiores se adapta a las necesidades de sus habitantes y la composición de los mismos permite perspectivas visuales a lo largo de la parcela y a través de la vivienda facilitando a la vez una mejora de la ventilación natural en ambas plantas.
© Aitor Estévez
La fachada de la calle (Este) se mantiene intacta a la original y a la fachada interior (Oeste) se transforma añadiendo dos elementos para mejorar climáticamente el envolvente del edificio existente. Una pérgola de bambú con vegetación en planta baja y tres persianas enrollables de madera en planta primera que a la vez dotan de privacidad al balcón. En esta misma fachada, la cerámica predominante en las medianeras de los edificios que la rodean sirve como fondo para integrar el único volumen nuevo de la vivienda, un cubo levantado en termoarcilla donde se ubica el baño del dormitorio principal. Todo en un juego de texturas y colores terracota que mimetizan la fachada del jardín en un entorno heterogéneo y fragmentado.
Corte Longitudinal Balcón
© Aitor Estévez
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