La sobriedad de las fachadas de madera sin tratar: consejos y ejemplos inspiradores
Al momento de talar un árbol se interrumpen sus procesos biológicos, y también se puede decir que comienza el proceso de deterioro de la madera. Pasos como el correcto corte del tronco, secado y almacenamiento o la especificación precisa de las mejores especies para cada uso determinarán su durabilidad. Compuesta básicamente de celulosa, hemicelulosa y lignina, cada especie de madera tiene una cierta durabilidad natural, influenciada también por las condiciones ambientales del lugar donde se inserta, como la temperatura, la humedad, el contenido de oxígeno y los microorganismos e insectos allí presentes. Generalmente, los tratamientos superficiales se utilizan para aumentar la protección de diferentes piezas, como barnices, aceites y otros procesos químicos. Pero hay situaciones en las que se puede utilizar madera sin tratar en exteriores, consiguiendo una estética gris y sobria que se funde con el exterior y aporta personalidad al edificio.