Intersección creativa entre innovación y tradición: el Proyecto Talavera
La arquitectura, entendida como producto cultural, está fuertemente influenciada por diversos estímulos que incluyen aspectos históricos, geográficos y culturales, entre otros. Estos elementos conforman una herencia que puede (o no) perdurar en el tiempo. Aunque la arquitectura tiende a adaptarse a cada cultura, ajustando sus técnicas tradicionales según su contexto y moldeando el entorno que la rodea, no existe una garantía de que los elementos tradicionales perduren o permanezcan inalterados con el paso del tiempo. Esto se debe en gran medida a la constante evolución de la sociedad y la tecnología, que en ocasiones tiende hacia la universalidad y la adopción de un lenguaje común, en lugar de uno propio.
Ante este escenario, es fundamental explorar un enfoque donde la innovación y la tecnología no reemplacen la tradición y la producción artesanal; más bien, surgen como un medio de exploración hacia rutas emergentes. La adopción de técnicas y materiales innovadores que se adaptan a las necesidades locales específicas permite mantener una expresión auténtica que responde a las demandas del entorno. Este enfoque, potencialmente llamado neoartesanía, permite preservar una voz única que refleja la autenticidad del contexto local y, al mismo tiempo, contribuye a una perspectiva universal al fusionar lo local con lo global.