Hecho para durar: Los aportes del acero inoxidable a la arquitectura
Poco antes de la Primera Guerra Mundial, Harry Brearley (1871-1948), que trabajaba como obrero metalúrgico desde los 12 años, desarrolló el primer acero inoxidable. Buscando resolver un problema de desgaste en las paredes internas de las armas del ejército británico, terminó obteniendo una aleación de metal resistente a la corrosión, agregando cromo al hierro fundido. La invención encontró aplicaciones en casi todos los sectores de la industria, como en la producción de cubiertos, equipos de salud, cocina, industria automotriz, entre muchos otros, reemplazando materiales tradicionales como el acero al carbono, el cobre e incluso el aluminio. En la construcción civil esto no fue diferente y pronto se incorporó acero inoxidable a los edificios.