Espejos de gran tamaño en arquitectura: la ilusión de espacios más grandes y luminosos
Los humanos siempre nos hemos visto fascinados por los reflejos. Aunque no son más que luz que rebota después de golpear una superficie, siempre habrá algo místico y fascinante en ellos –ya sea un lago que refleja un hermoso paisaje o un pequeño espejo de mano que refleja nuestro rostro. Esto explica por qué algunas culturas antiguas consideraban los espejos como objetos sagrados con poderes mágicos, mientras que otras los asociaban con portales que conducían a un mundo desconocido. Desde entonces, los espejos han evolucionado para adoptar muchas funciones valiosas que son indispensables en la vida cotidiana, encontrándose en automóviles, equipos médicos y, por supuesto, en innumerables aplicaciones arquitectónicas, especialmente en interiores. Experimentar con el reflejo y la percepción del espacio se ha convertido en una forma fácil para arquitectos, diseñadores y propietarios de viviendas de transformar cualquier habitación. Y cuando se busca maximizar este impacto, el poder de los espejos excepcionalmente grandes no tiene paralelo. Después de todo, cuanto más grande es el espejo, mayor es el impacto.