Alojamientos para las selecciones colombianas de fútbol / Adriana Hernández Quicazán + Miguel Ángel Lozano + René Daniels Ayala
- Arquitectos: Adriana Hernández Quicazán, Miguel Ángel Lozano, René Daniels Ayala
- Ubicación: Parque Metropolitano Simón Bolívar, Av. Calle 53 y Av. Esmeralda #s/n, Bogotá, Cundinamarca, Colombia
- Área: 4135.0 m2
- Año Proyecto: 2013
- Fotografías: Rodrigo Dávila
- Arquitectos Colaboradores: Gabriel Ortiz, Andrés Prado, Andrés Osorio, Helena Bayona, Yuly Díaz
- Estudiantes Practicantes: Silvana Rangel, Adriana Angarita, Yesid Gutiérrez, Arnold Baquero
- Empresa Constructora: Unión temporal Colombia 2014
- Propietario: Federación Colombiana de Fútbol
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de Vivienda-alojamientos para las Selecciones Colombia de Fútbol se encuentra ubicado en la Ciudad de Bogotá, específicamente en el Parque Metropolitano Simón Bolívar, en la zona denominada Lote B sector ; comprendido entre la Avenida El Salitre misma Calle 64, la Avenida El Ferrocarril al norte, el Centro de Alto Rendimiento y el Centro de Artesanos de Colombia.
Este proyecto surge de un concurso nacional de arquitectura, seleccionado por sus criterios de implantación paisajística, materialidad y lectura del entorno natural, social y urbano a través del manejo de los bordes, plazas, caminos, terrazas y una arquitectura que se fragmenta respetando las masas vegetales existentes. La naturaleza emerge como protagonista y magnifica las condiciones naturales del lugar con la finalidad de que los usuarios del proyecto y del parque encuentren espacios verdes donde la práctica deportiva, la concentración de deportistas de alto rendimiento, la recreación activa/pasiva y los visitantes ocasionales del parque metropolitano Simón Bolívar convivan generando apropiación, actividad y diferentes dinámicas urbanas.
CRITERIOS DE IMPLANTACIÓN
Para dar inicio a los trabajos proyectuales, partimos de un análisis del Parque Metropolitano Simón Bolívar, del sector específico de implantación dentro del parque, sus preexistencias vegetales, sus diferentes dinámicas urbanas, sus usos, usuarios, topografía, asoleación, conexiones urbanas vehiculares y peatonales y la influencia del lote dentro de la ciudad; de manera que estos elementos constituyen las herramientas fundamentales para la implantación del programa arquitectónico y desarrollo de los diferentes componentes que permiten la estructuración del proyecto y su integración con la ciudad.
Los criterios de implantación obedecen a las necesidades urbanas de abrir una puerta para el Parque Metropolitano Simón Bolívar sobre su principal frente urbano, en el que confluyen diferentes sistemas de movilidad y transporte tales como Transmilenio, transporte público urbano, ciclorutas, transporte particular y, en un futuro próximo, el Tren de cercanías y la Alameda Jaboque (conexión entre la Avenida Carrera 30 con el humedal Jaboque). Estos condicionantes establecen la implantación, la disposición del programa arquitectónico, la ubicación de los campos deportivos y la aparición de los diferentes senderos y recorridos peatonales y, por supuesto, de las zonas y masas vegetales con las diferentes especies planteadas.
Por estos motivos, el punto de partida es el respeto por las preexistencias vegetales, factor que determina una fragmentación del programa arquitectónico en 5 volúmenes por medio de los cuales se dividen los diferentes usos en espacios de carácter público que apoyan las diversas actividades culturales, deportivas y de capacitación; semipúblico, tales como salas de prensa, salas para los deportistas en concentración deportiva, gimnasio, camerinos, zonas húmedas, etc.; y espacios privados, donde se encuentran las habitaciones, todas individuales y con baño privado. Éstas, además, están agrupadas en un módulo compuesto por dos unidades que comparten una sala para televisión o actividades de recreación pasiva.
Esta fragmentación se hace a partir de las líneas topográficas, lo que nos permite rotar sutilmente los volúmenes para generar enfoques puntuales, mejorar las perspectivas, ampliar la calidad de las visuales lejanas y multiplicar las superficies de fachada logrando una constante relación de los espacios interiores con el paisaje y el entorno natural, siempre teniendo presente la correcta orientación de cada espacio según su uso con respecto a la asoleación.
Los límites entre el adentro y el afuera se desdibujan entre áreas cubiertas abiertas, terrazas cerradas, patios, recorridos, visuales, circulaciones abiertas al parque y la misma materialidad de las edificaciones animando la vivencia cotidiana y permitiendo a los deportistas disfrutar de las virtudes de estar inmerso en la naturaleza. Al mismo tiempo, se presenta a la ciudad y a los usuarios del parque una arquitectura amable que no agrede ni en altura, escala ni material al parque metropolitano más importante de Colombia.
La disposición de usos programáticos se tamiza en público, comunal y privado, partiendo desde la conexión con la ciudad, los servicios de transporte público masivo, los sistemas de ciclorutas y los diferentes puntos de accesibilidad peatonal por medio de una plaza principal conectora con la ciudad que -a través de caminos peatonales arborizados- conducen a los usuarios y deportistas por los campos de fútbol y a zonas abiertas en las que se desarrollan actividades de recreación activa y pasiva, hasta llegar a la zona más aislada y resguardada del lote donde se encuentran las principales pre existencias vegetales. Difuminada entre ellas, se proyecta la arquitectura de 5 volúmenes con fachadas de madera donde está resuelto el alojamiento y la concentración de los deportistas. Se trata de volúmenes conectados por puentes abiertos a través de los cuales siempre está presente la vegetación y el entorno con terrazas donde encuentran el cielo. Estas zonas de mayor privacidad requieren de un alto grado de silencio, aislamiento y tranquilidad, razón por la cual están implantados en la zona más adentrada del lote, rodeada de masas verdes, de manera que difícilmente el público externo pueda irrumpir o perturbar a los deportistas. En este sentido, se ha contemplado el cuidado de todas aquellas zonas semiprivadas y comunes de los deportistas, como salones de juego, descanso, entrenamiento, medicina deportiva, entre otros, a través de los cuales se logran el contacto e integración gradual de los usos.
Finalmente, los espacios públicos como el auditorio, la sala de prensa, así como los salones de reuniones y capacitaciones se articulan directamente con la plaza principal de acceso que, a su vez, se conecta con los campos de entrenamiento, los senderos y caminos peatonales.
La propuesta define usos de espacios de modo tal que la utilización pública del parque se facilita sin perjuicio a las actividades privadas propias de la concentración de los jugadores de la Selección.
A nivel paisajístico, se plantea la siembra de especies nativas principalmente y algunas especies introducidas en complemento al sistema vegetal existente, de manera que acompañen el recorrido, la vivencia diaria y aporten carácter tanto a los recorridos como a los diferentes sectores del parque, con un tratamiento equilibrado entre superficies blandas y duras.
La disposición de las especies vegetales obedece a una intención clara de establecer un contacto pedagógico y educativo para los usuarios del parque a través de los sentidos, entre marcos vegetales se prevé la aparición de jardines bajos con diferentes tonalidades, escalas y densidades.
La recreación activa se llevará a cabo en los campos deportivos planteados y en un sistema complementario de ciclorutas y senderos que conectaran el Lote B del sector los Novios con el resto del Parque Simón Metropolitano Bolívar y la ciudad.