Evaluación de la resiliencia y el riesgo: no podemos salvarlo todo
Las conversaciones en torno a la resiliencia de hoy parecen implicar que los planificadores y diseñadores podrían ser capaces, incluso se podría esperar, que pudieran salvar todos los edificios y espacios públicos en riesgo. La triste verdad es, sin embargo, que no podemos, y quizás no deberíamos. El cambio climático y su consiguiente aumento del nivel del mar rediseñaran radicalmente los bordes urbanos, obligándonos a tomar decisiones difíciles. Incluso si tuviéramos todo el dinero necesario para proteger el precario escenario actual, eso no sería suficiente para evitar lo inevitable.