Ubicada en el legendario Madison Club de La Quinta, esta casa de vacaciones fue diseñada como una interpretación de un hotel boutique para un cliente sofisticado al que le encanta atender a familiares y amigos cuando está en la ciudad. Trató de aprovechar al máximo las espectaculares vistas del desierto y, a través del diseño interior de la casa, rendir homenaje a la era dorada de Hollywood en la cercana Palm Springs. Estos factores, junto con su amor por la vida interior/exterior, sirvieron como fuerzas impulsoras detrás del diseño y la articulación del proyecto.