El proyecto Alma-24 está situado en la orilla noroeste del lago Saint-Jean, el tercer lago en importancia de la provincia de Quebec (Canadá). Ofreciendo impresionantes vistas panorámicas, el paisaje costero alterna quilómetros de playas de arena e imponentes superficies rocosas accidentadas. El terreno albergaba un pabellón de verano abandonado erigido parcialmente sobre la franja costera protegida. Sensibles a la protección del territorio y a la revalorización de sus características naturales, los nuevos propietarios deseaban construir la residencia unifamiliar en un sitio renaturalizado. Una primera etapa de desmantelamiento de las estructuras deterioradas permitió restablecer el perfil natural de la topografía revelando su identidad primera y determinar la implantación de la futura residencia minimizando la desforestación.

Los clientes, una pareja de la región parisina que planeaba pasar su jubilación en el sur de Francia, nos confió el proyecto. La casa les servirá de residencia principal y también les ofrecerá una actividad de alquiler de temporada. Debido a la pandemia del COVID-19, todas las comunicaciones y discusiones sobre el diseño con los clientes se llevaron a cabo por videollamada, lo que constituyó un enfoque inusual pero satisfactorio. La primera reunión en persona tuvo lugar cuando empezaron la obra.