La Casa MC tiene poca expresión para quienes la observan desde la calle. Se encuentra ubicada en el interior del terreno y al momento de ser construida hubo poca o casi ninguna interferencia con el terreno natural, el edificio que es prácticamente una sola cubierta, descansa sobre la tierra. El piso inferior surge debido a la necesidad de adaptarse a la morfología del terreno.

Lo primero que se ve al acercarse a Casa Volta son tres bóvedas de ladrillo flotando en medio de la densa vegetación de la costa oaxaqueña. Tal vez un espejismo provocado por el calor profuso y húmedo de la zona. Después, siguiendo una pequeña vereda, uno se sumerge entre lo verde y las bóvedas desaparecen. La sorpresa mayor es cuando, de pronto, se abre un pequeño claro y aparece una pequeña banca junto a un largo estanque de agua flanqueado en ambos lados por pórticos de columnas rectangulares que se reflejan en él. Da la impresión de haber llegado a un templo clásico abandonado.

"Casa cuádruple" da forma a las fuerzas invisibles del código de construcción, las necesidades de estacionamiento y el mercado de alquiler de Seúl en cuatro segmentos muy diferentes. Cada segmento recibe una masa, fachada y diseño distintos con diferentes espacios de arriendo. Este proyecto representa un estudio en la proporción deliberadamente incómoda y los detalles sutiles como una forma de desalojar funcionalmente un edificio de su entorno, una forma de crear identidad dado lo que de otro modo es muy estándar y materialmente contextual.